Si queremos enseñar una buena técnica mientras evaluamos si la pelota llegó a destino, cometemos el error de evaluar la acción equivocada.
Cuando hablamos de formar en la técnica a los infantiles/juveniles, en el deporte que sea, tenemos que tener presente el hecho de que los niños ya tienen una idea del juego, que forjaron viendo a otros jugar, participando en partidos con amigos o competencias informales, en la calle, en playones deportivos, etc. Pero ahora toca darles los detalles finos, para que ese juego informal se vuelva algo más serio o por lo menos más pulido, y así aumentar sus posibilidades de participar profesionalmente o competitivamente a medida que crece, en edad y experiencia.
A fin de lograr que este proceso sea óptimo, tenemos que desaprender para aprender… Si, primero, vamos a definir qué es una acción exitosa. A primer pensamiento una acción exitosa es aquella que tuvo un buen resultado deportivo (un gol en fútbol, un triple en básquet, un pase exacto, un ace en tenis, un hoyo en uno en golf, etc.), pero cuando estamos trabajando la técnica, el resultado es totalmente indiferente a esto, y aquí los puedo imaginar frunciendo el ceño como diciendo que estoy completamente loco. Si bien esto último es cierto, voy a explicar el porqué de lo anterior, notemos que dije “trabajando la técnica” y no “definiendo la técnica”, aclaro esto porque me interesa explicar cómo trabajar un movimiento que ya tiene definidos los pasos correctos.
Toda técnica específica requiere una serie de movimientos motores básicos para lograr el resultado deseado, tomemos como ejemplo patear un tiro libre en fútbol; dependiendo de la posición donde se ejecuta y la distancia, la técnica utilizada es particular a ese momento. Entonces vamos a tener en cuenta los aspectos de carrera, distancia del pie de apoyo a la pelota, sector del pie que va a impactar, potencia y cómo va a ser el recorrido de la pierna (esto lo veremos más adelante). Este ensayo tiene varios conceptos que la mente debe procesar para elaborar una red sináptica en el cerebro, y si tenemos en cuenta que ya veníamos ejecutando tiros libres al “uso nostro”, será necesario fortalecer esta nueva red a través de varias repeticiones hasta que se haga inconsciente y supere a la anterior (práctica consciente y principio de adecuación: no todos los cerebros procesan de la misma manera, hay que adaptar las consignas).
Hasta aquí todo bien, pero por qué hablábamos del resultado? Cada vez que realicemos la práctica del golpe, si lo hacemos frente a un arco, indefectiblemente vamos a mirar si la pelota entra o no, y este “resultado” va a condicionar la manera en que hicimos la técnica, porque la mente (que lo juzga todo) arma un combo y etiqueta la acción general de acuerdo al resultado –o nunca les pasó que patearon sin pensar y salió un tiro excepcional y luego concentrándose no lo volvieron a repetir-, -o le pegaron mal pero la pelota salió con una suerte de efecto mágico y entró, estuvo bien la técnica por haber hecho el gol?-, de esto se trata; cuando entrenamos una técnica debemos hacerlo contra una pared, un tejido o directamente a campo abierto, para que la mente analice solamente el proceso del golpe, sin condicionamientos. Una vez adquirido de manera automática, empezamos a afinar los detalles donde involucramos el resultado, pero aquí ya dejamos que el golpe sea inconsciente, dando total confianza a lo aprendido, sin juzgar. Fijamos el objetivo en el sector donde debe ir la pelota, solamente pensamos en ello e imaginamos el recorrido de la pelota, para no llevar la menta a la técnica de golpe. Así, distraídos lograremos perfeccionar la acción. Repito, no juzgar el proceso por el resultado final. Si la técnica es la correcta, y la práctica es a conciencia, el resultado debe ser el esperado, de lo contrario debemos corregir la técnica y recomenzar el proceso.
Recordemos lo importante que es trabajar mucho antes de competir, para que luego durante el partido, sea el subconsciente el que dirija los movimientos y la mente (consciente) se dedique solamente a proyectar, crear y disfrutar.